Lo cierto es que el bautizo es la primera gran celebración que nos acompaña en nuestras vidas.
En muchas ocasiones se da antes del primer año de nacidos, por lo que vale la pena hacer alguna distinción en la celebración, si es que este es el caso.
Algunos padres prefieren juntar la celebración del primer año con la del bautizo y de esta manera realizar una sola reunión, que al fin y al cabo también es totalmente válido.
Sin embargo, se dan de manera separada, debemos poner atención a algunos detalles que harán de las tortas de bautizos elementos con decoraciones y presentaciones distintas a las del cumpleaños.
Y es que en el primer año del pequeño, por lo general, se utilizan temas infantiles relacionados con personajes de fantasía o con aquellos que a sus corta edad ya llaman la atención del menor, sin embargo, esto mismo no se aplica en los casos del bautizo.
La ceremonia del bautizo está revestida de un ambiente y de una circunstancia más espiritual y religiosa, por lo que tortas con personajes o caricaturas, por ejemplo, no corresponderían a la esencia de la celebración.
Las tortas para bautizos son, por lo general, mucho más sobrias, lo que no impide que se utilicen de vez en cuando algunos elementos poco sutiles o colores que combinen, pero que en conjunto siempre guardarán un equilibrio con la celebración.
Al margen de los ingredientes y de los sabores, los colores usados en tortas para bautizos casi siempre se prefieren en blanco, rosado, celeste, amarillo, y hasta beige o doradas, pero rara vez son otros colores los tonos principales que priman en ellas.
Los adornos sobre ellas deben encontrar cierto recato y de preferencia estar en armonía con la celebración, por lo que se pueden usar figuras de bebés, angelitos, delicados animalitos u otros objetos muy sencillos.
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