¿ Se compra o se merece la estrella de Hollywood ?

Nadie duda de la belleza y dotes profesionales de nuestra Penélope. Hace once años que aterrizó en Hollywood, tiene un Oscar y ha trabajado al lado de grandes estrellas como Scarlett Johansson o Tom Cruise. Pero, ¿es por esto que se le concede la estrella nº 2.436 de Hollywood Boulevard?


Durante el acto de inauguración, el pasado 3 de abril, la mujer de Bardem contó con el apoyo de Rob Marshall, director de la nueva entrega de Piratas del Caribe, y con su compañero en dicha película, Johnny Depp. ¿Casualidad? Quizás, aunque Marshall aprovechó su discurso para hacer un poco de promoción: “Debíamos dar con la primera mujer pirata. Solo había una opción. No hay nadie como ella.”
Si nos ceñimos al proceso de selección para conseguir una estrella, no sería extraño que la productora de su última peli estuviese detrás. Las solicitudes, que se envían al Comité de Selección de la Cámara de Comercio de Hollywood, proceden de clubes de fans o de las productoras. Los candidatos deben cumplir dos requisitos: haber trabajado al menos cinco años en la industria del entretenimiento y que fijen una fecha para la inauguración. La de Pe, justo mes y medio antes del estreno de Piratas.

Aun así, son muchas las estrellas que consideran este premio como un reconocimiento a su trabajo. Tanto es así que Adam West, el mítico actor de la serie televisiva Batman, está intentando que le concedan una a sus  82 años y ha iniciado una campaña de autopromoción.

En caso de ser nominado, Adam engrosará una lista de unos 300 nombres, de los que solo 20 serán elegidos al año por el comité. ¿El siguiente paso? El pago de 22.000 euros en concepto de fabricación, mantenimiento y ceremonia de inauguración. En este caso lo pagará West, pero en el de Pe, ¿habrá salido de su bolsillo o de la productora? Aunque el dinero no es problema para el star system de Hollywood, no todos quieren formar parte del Paseo de la Fama. Es el caso de Dustin Hoffman, que se negó en rotundo: “Aquí hay personas que no son estrellas. Si acepto, estaría al lado de Donald Trump.”

El que sí aceptó pletórico fue nuestro malagueño más internacional. Eso sí, Banderas se mostró muy sincero sobre lo que suponía para él esta estrella: “No cambia nada, además es un regalo de Melanie”. Más prudentes fueron Julio Iglesias y Plácido Domingo, que se limitaron a dar las gracias por ingresar en este ‘selecto’ club. Un grupo del que ya son miembros Matt Damon, Cameron Díaz o Britney Spears, y que ha dado la espalda a la cantante Madonna porque, según la Prensa americana, se le pasó el plazo para fijar la fecha de entrega de la ceremonia.

Polémicas aparte, lo cierto es que, merecida o no, si figuras en el Paseo de la Fama, más de 10 millones de zapatos te pisarán al año. La última celebrity en amenazar con instalarse en Hollywood Boulevard es Paris Hilton. ¿Será vecina de baldosa de Penélope? Ya se sabe: en la meca del cine: todo es posible.

Julio Iglesias y Plácido Domingo son los dos únicos músicos españoles que tienen su estrella en Hollywood. ¡Qué nivel!

Julia Roberts y George Clooney (ambos ganadores de un Oscar) no figuran en el Paseo de la Fama. ¿Por qué? Según los medios estadounidenses, la novia de América rechazó su estrella por motivos que no han trascendido. Por su parte, el actor de Ocean’s Eleven no ha sido nunca propuesto.

■ La rana Gustavo es el único títere, junto a la gallina Caponata, que tiene el honor de contar con su propia estrella. ■ Michael Jackson tiene dos en su currículum. Una como solista y otra con los Jackson Five. Además, el paseo cuenta con otro Michael Jackson, un conocido locutor radiofónico en EE UU. ■ Aunque Christina Aguilera recibió su estrella en 2007, pospuso la ceremonia de entrega hasta 2010. ■ La del boxeador Muhammad Ali está colocada en la pared del teatro Kodak, en vertical, porque nunca le gustó caer al suelo.